Tras cuatro años de planificación y construcción semanas atrás se inauguró el KTM Motohall, el museo que recoge, en forma de modelos, algunos de los capítulos más destacados en la historia del que a día de hoy es el mayor fabricante europeo de motocicletas.
Cómo no, el KTM Motohall está situado en el centro de Mattighofen, la ciudad natal de KTM, muy cerca del lugar en el que en 1953 se fabricó su primera motocicleta de serie. En sus futuristas instalaciones se exponen motos que han ganado algunas de las competiciones más importantes del planeta, además de ofrecer a los asistentes lo más destacado su historia y lo que hay detrás de una evolución técnica imparable que le ha llevado a ser una de las fuerzas dominantes en el mundo del motociclismo.
KTM Motohall ofrece visitas guiadas en las que se bucea en los orígenes a mediados del siglo pasado de la marca, además de repasar las muchas innovaciones tecnológicas que alimentan el espíritu ‘Ready to Race’ de altas prestaciones a través de una serie de pantallas muy instructivas. Este museo cuenta con su propio ‘Hall of Champions’, una sala que recoge algunos pilotos que han contribuido a levantar la leyenda de KTM en las carreras. A través de una pantalla de 120 metros de largo los espectadores viven una experiencia inmersiva de velocidad, sacrificio y desafíos, los que encaran quienes viven permanentemente al límite.
Muchos campeones del mundo de las principales disciplinas de motociclismo, como el legendario Heinz Kinigadner, los ganadores del Dakar Matthias Walkner y Sam Sunderland, o los pilotos oficiales de MotoGP Pol Espargaró y Miguel Oliveira tienen sus propios dobles en la sección de ‘Héroes’ y todos ellos asistieron a la presentación de este establecimiento.
Para Stefan Pierer, CEO de KTM, “el KTM Motohall tiene un significado inmenso para toda nuestra empresa, aquí en Mattighofen estamos más que nunca firmemente comprometidos con nuestras raíces, y conectamos el pasado con nuestra intensa presencia a través de la fuerza de nuestra marca. Junto con todos nuestros empleados, colaboradores y amigos, esperamos con emoción el futuro. KTM invita a todos a visitar el Motohall para compartir nuestro entusiasmo por la innovación y la competición”.
Heinz Kinigadner, que no sólo ocupa un lugar insustituible en la historia de KTM como héroe deportivo, sino que también desempeñó un papel decisivo en la empresa cuando Stefan Pierer y su equipo se hicieron cargo de ella a principios de 1992. Como no podía ser de otra manera, estuvo en su inauguración y forma parte de ese plantel de héroes en la historia de KTM: “Todos hemos creído siempre en el poder de la empresa. El éxito sucesivo de nuevos modelos, surgidos como resultado de la presencia en competición, es ciertamente único. Los intensos años de aprendizaje, especialmente en la disciplina de los rallies, nos han demostrado que el rendirse no es una opción. Eso es lo que significa el KTM Motohall”.