Las islas de Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa, fueron las elegidas por Pedro Peñate y su equipo, para retomar las Valsebike Experience, adaptándose a los nuevos protocolos de seguridad e higiene que vienen de la mano de la “nueva normalidad” que nos ha tocado vivir en este atípico 2020
El pasado viernes 18 de septiembre arrancaba un fin de semana inolvidable con una salida en moto, partiendo rumbo a Lanzarote desde la isla de Gran Canaria, para iniciar una ruta que llevaría a sus participantes a la islas de Fuerteventura y de La Graciosa, iniciando una nueva Valsebike Experience, adaptada a los nuevos tiempos, en los que los protocolos de seguridad por el COVID-19, no podían faltar, todo ello sin restar un ápice de la esencia misma de una experiencia inolvidable para todos los participantes.
Un coche de asistencia se encargaba de portar los equipajes de todos los participantes, que podían de esta manera disfrutar al máximo de la ruta, sin más preocupación que la de aprovechar cada kilómetro del recorrido, en el que el buen tiempo acompañó durante los casi 3 días de travesía.
Los participantes en la Valsebike Experience fueron distribuidos en grupos reducidos de 6 personas, con el añadido de ser una actividad o disciplina en la que el contacto directo con el resto de personas es mínimo, ya que cada participante lo hace con su propia moto, su propio casco, sus guantes y su ropa, no existiendo ningún tipo de contacto físico entre ellos.
En el caso de las comidas, se cuidaba escrupulosamente las medidas de higiene y seguridad por parte de la organización, distribuyendo a todos los participantes en mesas de 6 u 8 comensales, entre los que se dejaba un sitio libre entre cada uno, además de tener que llevar la mascarilla perfectamente colocada, salvo en el momento de tener que ingerir los alimentos, además de contar con una correcta higiene de manos en todo momento.
Se establecieron dos tipos de ruta alternativas y paralelas: 100% asfalto o una ruta con algo más de complejidad con un 30% de tierra, a elección de cada persona en función de su pericia con la moto; comenzando cada jornada a las 9:00 y terminando alrededor de las 17:00 horas, con una parada de unas 2 horas para comer. Los distintos grupos se dispersaban a su aire por una de las dos rutas, para terminar reuniéndose en la comida y al final de la jornada para comentar la experiencia vivida con el resto de participantes.
La Graciosa sirvió para cambiar la dinámica de la aventura, disfrutando de sus hermosos parajes y de un correpasillos en la playa que amenizaron una jornada inolvidable para todos los participantes.
Destacar una vez más la camaradería y la preocupación por el cuidado de los unos por los otros, en una experiencia cuyo objetivo principal era la de salir de la rutina y volver a hacer actividades a las que estaban habituados antes de la pandemia, demostrando que es posible retomarlas en un marco de seguridad y conforme a las nuevas reglas del juego implementadas por el COVID-19.
Valsebike vuelve a demostrar con esta exitosa iniciativa que no solo es un especialista en experiencias off road, sino también on road y que es capaz de adaptarse a las necesidades de sus clientes para hacer de cada Valsebike Experience una aventura única, cambiando en esta ocasión los parajes peninsulares, europeos o del norte de África por las Islas Afortunadas.
El próximo 10 de octubre se pondrá en marcha un curso maxi trail de conducción segura en el que Valsebike seguirá aportando su granito de arena para recuperar cuanto antes la normalidad, siguiendo una vez más de manera escrupulosa los protocolos de seguridad por el COVID-19.